ASÓMATE SIN MIEDO
ASÓMATE SIN MIEDO:
21/1/10
EL ORNAMENTISTA DE ZONI
Atanagildo era uno de los miles de esclavos godos que construyeron la antigua Constantinopla. Trabajaba en la construcción de unos baños turcos en la ciudad de Zoni, ornamentando el techo cuando las tablas encordadas que le hacían de andamio cedieron, precipitándose hasta caer al interior de un recóndito espacio oscuro.
Estuvo inconsciente durante horas, hasta que el dolor de sus magulladuras le volvió en sí.
Pasaron varios días y nadie atendía a sus gritos y súplicas, hasta que al tercer día escuchó voces lejanas, y entonces gritó hasta la extenuación pero fue inútil, nadie le escuchó.
De repente alguien tiró un cubo de agua al interior, y al momento otro, y luego otro. Ahora sabía donde estaba, había caído dentro del pozo que repartiría las aguas a las diferentes zonas de baño.
En pocos minutos el agua ya le sobrepasaba la cabeza. Intentó flotar, partió sus uñas en las paredes del pozo pero de nada sirvió.
Atanagildo nunca fue encontrado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario