ASÓMATE SIN MIEDO



ASÓMATE SIN MIEDO:

Te regalo mi sonrisa, te ofrezco mi imaginación y pongo a disposición toda mi fantasía. ¿Crees en la magia? ¿Necesitas sentirte bien? ¿Necesitas unas gotitas de optimismo? Has llegado a tu refugio, prometo evadirte y tatuarte una sonrisa. A través de esta ventana el aire siempre será fresco y por ella podrás entrar y salir. ¿Te atreves?

28/12/10

TIENES UN E-MAIL




BSO recomendada: Piano Man (Billy Joel)


Today; 28 Dec. 2.010 – 12:06
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De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: Cena fin de año

Hola chicos,
he pensado de hacer una cenita para fin de año en mi casa. Ayer hablé con Isa y me dijo que vendría con Susana. Haré unas tostaditas con paté, unas gambas y unos berberechos al vapor; luego de segundo tengo pensado de hacer un cochinillo al horno. Todo ello con un buen vino tinto selección de mi bodega. No me vengáis muy tarde, que no nos den las uvas, jejeje. A eso de las nueve estaría bien.
Nos vemos niños!!!!


Today; 28 Dec. 2.010 – 13:47
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Hola de nuevo,
Nada, que no había caído que Moha no puede comer cerdo y he variado un poco el menú, las tostaditas las pondré con queso para untar y de segundo haré un poco de fritanga, con pescadito frito de ese mini y chipironcitos.
Ya me confirmareis asistencia.


Today; 28 Dec. 2.010 – 16:31
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Bueno, os informo que habrá algún cambio más en el menú; no recordaba que Cris es celiaca, así que no habrá tostaditas con queso, igual hago una tortilla de patatas. En cuanto al vino, Alex tiene razón, si tiene que haber tanto pescado es mejor que saque un vino blanco fresquito, aunque también toma forma un lambrusquito, porque varios de vosotros así me lo habéis hecho saber. Los que me preguntabais acerca del aparcamiento; en un principio se puede aparcar en la calle de atrás, casi todo el mundo deja el coche sobre la acera, no acostumbra a pasar la grúa. Y si no, tenéis un parking un poco más arriba.
Idme confirmando porfa


Today; 28 Dec. 2.010 – 18:47
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Bufffff, más cambios, Mery se ha cabreado porque dice que el pescadito y los chipironcitos son de cría y se niega a comerlo; no pasa nada, prepararé varios rodaballos adultos al horno con unas patatitas. Y sí, tengo sillas para todo el mundo.
Alex, NO, no podemos esperarte hasta las 23:30, si quieres vienes ya para las uvas, pero no podemos empezar a cenar tan tarde.
Paco, no tengo ni idea de a que hora cierra el Metro, supongo que en la web de Transportes Municipales te dirán algo.
Si eso me vais confirmando…


Today; 28 Dec. 2.010 – 20:09
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Santi, no son prisas, pero entenderás que si tengo que comprar comida para 11 personas necesito tiempo para organizarme.
Mery, el rodaballo tiene espinas, claro, es un pez, como todos los peces y si te encuentras espinas te las sacas y las pones a un lado del plato.
Alex, claro que puedo comprar vino blanco, lambrusco y vino tinto, pero os estoy invitando y os tendríais que adaptar a lo que os pongo en la mesa. También te podrías estirar y traer tú algo, digo yo…


Today; 28 Dec. 2.010 – 21:24
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Bueno chicos, me estáis tocando la moral ya. Las uvas se las puede pelar cada uno, o si no os las traéis peladitas de casa.
Carlos, no sabía que eras alérgico a las uvas, no te preocupes, tengo aceitunas rellenas para hacer las campanadas, no hay problema. Por cierto, ¿el vino no se extrae de la uva? Porque mira que estás pesadito con que si ahora blanco, si ahora rosado…
Mery, puedes traer el Singstar, pero no cuentes conmigo para cantar; y además, yo no veo a estos para mucho Singstar. Paco quería ir de disco.
¿Alguien confirma?


Today; 28 Dec. 2.010 – 21:24
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Alex, no me pongo estúpido, pero es que tenéis tela. Si te lo cuento todo… Ahora resulta que Mery se ha ofendido por lo que he dicho y ha montado una cena paralela y como Moha pierde el culo con ella ya se ha apuntado; y como no, con él, Inés que parece su sombra.
Carlos, me parece bien lo del surtido de ibéricos, y más si Moha ya no viene, ¿lo traes tú?


Today; 28 Dec. 2.010 – 23:05
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Carlos: Ya lo se que estás en paro, pero mi economía tampoco es para tirar cohetes, ¿sabes lo que te digo? Que te invitaba por compromiso, para que viniera tu hermana que está muy buena.
Inés: ¿A qué viene lo de racista? No le tengo manía a Moha, eres tú que estás abducida.
Cris: ¿Qué quieres decir que si no viene Mery te quedas colgada? ¿Y los demás? ¿Qué no somos amigos tuyos?



Today; 28 Dec. 2.010 – 23:45
E-mail send:
De: Josep Capsir
Para: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

¡Iros a cagar todos! Se suspende la cena.


Today; 28 Dec. 2.010 – 23:59
E-mail send:
De: Paco Galcerán
Para: Josep Capsir
C/C: Alex, Inés, Paco, Cris, Moha, Mery, Carlos, Nurieta, Santi
Asunto: RE: Cena fin de año

Joseppppppppppppp, ¡que eres un inocentón! ¿Qué no sabes qué día es hoy? Jajajajaja. Estamos todos en mi casa descojonándonos de ti; mira que llegas a ser santurrón. Que todo era una broma.
Te confirmamos que vendremos toda la cuadrilla; tú pones la casa y nosotros traemos la comida y la bebida.

20/12/10

LA PRINCESA Y LA RANA




BSO recomendada: Somebody to love (Anne Hathaway)


Mi queridísima Reina del Mambo, a quién reté hace unas semanas a explicar chistes en su blog se puso a mi mismo nivel y me retó a escribir nada más y nada menos que un relato romántico y con final feliz. Están prohibidas las risas, las salidas de tono y el sexo, a menos que este se practique dentro de un entorno romántico.

Así pues, señora lianta, “alias” Reina del Mambo, aquí va la historia…

Había una vez, en un reino lejano, una joven princesa a quienes sus padres pusieron el nombre de Nina. Siempre había sido una muchacha risueña, divertida y espontánea, aunque en su corazón había un vacío difícil de llenar. Durante unos años, la figura de un caballero formó parte de su reino, aunque este, absorbido por sus batallas y otras lides acabó por marcharse, dejando a la princesa sola y con una terrible sensación de vacío. Durante los años siguientes, otros príncipes de aldeas cercanas y algún que otro cortesano, se acercó hasta el Reino de Nina para cortejarla. Nina aceptó recibirlos en audiencia, con el propósito de encontrar en uno de ellos al príncipe con el que compartiría su reino durante el resto de sus días. Unos eran jóvenes apuestos que únicamente buscaban quedarse con su fortuna, otros tenían intenciones nobles, pero la princesa no quería precipitarse en la elección; y es que el futuro rey consorte debería de tener muchas virtudes para conquistar su corazón.
Con el paso de los años, la princesa Nina empezó a plantearse que su corazón cada vez era más impenetrable ya que ninguno de sus pretendientes acababa de gustarle. Consultó con diferentes hechiceros y sabios de los alrededores para averiguar los motivos por los cuales era incapaz de enamorarse, pero ninguno de ellos sabía darle una razón, lo que sumía a la princesa en una profunda tristeza.
Poco a poco, fue dejando de lado el propósito de encontrar a un príncipe para no obsesionarse, por lo que decidió mitigar su tristeza celebrando grandes fiestas y banquetes en su castillo, rodeada de todos los nobles y amigos de la comarca. El hecho de haber estado tantos años encerrada en su castillo esperando la llegada de su caballero de alguna de sus guerras, unido a la posibilidad que se le habría tras conocer a tanta nobleza de poder disfrutar de la vida, la llevo a organizar y asistir a todo tipo de eventos festivos, consiguiendo de este modo mitigar su tristeza; pues había encontrado en los nobles y los amigos de la región y en las fiestas y postines que se realizaban un desahogo a toda su infelicidad.
Un día, cuando la primavera empezaba a tocar su fin, mientras se dirigía al castillo atravesando el bosque, pasó por un estanque que bañaba los límites de su Reino y tras bordearlo, le pareció oír una voz. La princesa Nina se paró en seco y se giró y puso su mano en la oreja para prestar atención.

- Buenas tardes princesa – Se oyó.

La doncella miró a lado y lado sin poder apreciar a nadie, con lo que disintió con la cabeza y volvió a emprender la marcha, pero se volvió a escuchar la voz…

- Aquí, aquí, en el estanque. ¿No me ves? –

Se acercó lentamente hasta el estanque, y sobre un nenúfar había una rana que parecía hablarle.

- ¿Tú eres la que me estás hablando? ¡Pero si eres una rana! –
- Mi aspecto es el de una rana, pero soy un príncipe embrujado, si me lo permites te explicaré mi historia. – Dijo el batracio.
- ¡Uyyyyy, no, no, no! Tengo prisa y no tengo tiempo para hablar con ranas… -
- Tengo mucho frío. – Se quejó amargamente la pobre rana.
- ¿Y qué quieres que haga? – Replicó la princesa.
- Por favor, te suplico que me lleves a tu casa, solo necesito pasar una noche caliente y poder tener la oportunidad de explicarte mi historia. – Suplicó nuevamente.
- De acuerdo… - Aceptó la muchacha, a la vez que cogía al animalito y se lo resguardaba haciendo un arrullo improvisado con su vestido.

Cuando llegaron al castillo, la princesa dejó al bichito sobre la cama, y sentándose a su lado le pidió que explicara su historia.

- Mi nombre es Sir Lonly di Lonly y mi Reino está a muchos kilómetros del tuyo. Yo había tenido una familia, grandes riquezas y miles de hectáreas de mi propiedad pero diferentes plagas y mil guerras, acabaron por asolar todo mi Reino y mi fortuna. Un día, cuando ya lo había perdido todo, mientras vagaba por los caminos llegué hasta la choza de una hechicera. Al verme, recordó que no había sido generoso con su presencia en el Reino y la había postergado a las montañas, así que decidió vengarse de mí y me embrujó. – Explicó con la cabeza gacha.
- ¿Y qué embrujo hizo contigo? – Se apresuró a preguntar la princesa con gran interés.
- Me convirtió en una rana y me advirtió que el hechizo solo se revertería cuando alguien me diese un verdadero beso de amor. – Sentenció la rana.
- ¡Qué historia más triste! – Se lamentó la princesa.

Estuvieron hablando toda la noche de sus vidas y sus experiencias, hasta que se dieron las buenas noches y se fueron a dormir.

A la mañana siguiente, la princesa le dijo a la rana que le daba mucha pena devolverla al estanque y que si quería podía quedarse en su castillo algunos días más.

Fueron pasando los días, las semanas y los meses y la rana y la princesa se pasaban las noches riendo y charlando, entablando un cariño muy especial; es más, la princesa estaba tan a gusto conversando con su rana que dejó de asistir con regularidad a las fiestas de la comarca e incluso alguna vez, había llevado a su rana a alguna de ellas.

Cierto día, en una de esas charlas con las que pasaban las noches, la rana le pidió a la princesa que le besara; se tenían tanto cariño el uno al otro, que la rana creyó que solo esa princesa podía darle ese beso de amor que le devolvería a su vida normal; pero la princesa no estaba segura de sus sentimientos, tenía miedo de dañar a su pobre ranita. Si la besaba y no se deshacía el hechizo los dos se llevarían una terrible decepción. A la princesa le volvieron a comer las dudas, esas que había tenido tiempo atrás, esas dudas acerca de si era capaz de enamorarse de alguien.

Habían anidado muchos capullos en su corazón y estos nunca se abrían para convertirse en mariposas y eso la atenazaba; por otra parte, echaba de menos las fiestas y los postines con sus nobles amigos y tampoco quería renunciar a ellos.

Una noche, la princesa, sumida en lágrimas le dijo a la rana que era incapaz de darle ese beso, porque para hacerlo necesitaba estar enamorada y que creía que lo mejor para los dos era que el volviese a la charca, que allí seguro que encontraría a alguna bella doncella que fuera más merecedora que ella de un príncipe como él. Pero él no quería, sabía que la Princesa Nina era la dama que tenía que romper el hechizo, aunque no podía hacer nada más por enamorarla que seguir haciéndola reír con sus bromas de rana loca; pero la princesa, muy a su pesar decidió devolver al bichito verde al estanque donde lo había encontrado.

Fueron pasando las noches y desde la lejanía, los dos se tragaban sus amargas lágrimas. De vez en cuando la princesa pasaba por el estanque a visitar a la ranita para ver como estaba, y la rana, consciente de que no quería hacer sentir mal a la pobre princesa, seguía explicándole un millón de historias divertidas.

En un frío día de diciembre, la princesa volvió a pasar por el estanque para charlar con su rana favorita y tras hablar durante un buen rato, como el frío arreciaba en esa triste charca, la princesa decidió llevarse al bichito a su casa para resguardarlo de la gélida noche.

Estuvieron varios días charlando como habían hecho tiempo atrás, en algunos momentos parecía que todo era como antes, pero la rana sabía que cuando volviera a brillar el sol, la princesa lo devolvería a su estanque. La rana, sin resignarse a su suerte hizo un último intento para enamorar a la joven princesa, y por eso, antes de su marcha le escribió en un papel las más bellas palabras que jamás nadie había escrito y lo puso bajo la almohada de la princesa.

Nadie sabe que ponía en esa nota, pero lo cierto es que tras su lectura, la princesa rompió a llorar emocionada y los capullos que anidaban en su corazón eclosionaron por fin, surgiendo de esa metamorfosis un montón de mariposas de colores que empezaron a revolotear por su estómago. La princesa Nina, desafió a la fría noche y salió de su castillo en busca de su rana y cuando llegó al estanque, la asió cautelosamente con sus manos y la beso con una pasión que jamás había experimentado.

A los pocos segundos, un remolino gris envolvió a la rana y tras él apareció la figura del maravilloso Sir Lonly de Lonly.

Y ese fue el día en que se rompió el hechizo de la rana y en la princesa consiguió entregar su corazón con la intensidad que siempre había buscado.

Y de la mano se fueron, por el camino que les conducía a un nuevo Reino, el de la felicidad. No se casaron ni comieron perdices, porque el amor no es un contrato y las perdices saben a rayos fritos…

Lo siento por la extensión de la historia, pero es que a la Reina del Mambo le gustan largas (por supuesto, las historias)