ASÓMATE SIN MIEDO



ASÓMATE SIN MIEDO:

Te regalo mi sonrisa, te ofrezco mi imaginación y pongo a disposición toda mi fantasía. ¿Crees en la magia? ¿Necesitas sentirte bien? ¿Necesitas unas gotitas de optimismo? Has llegado a tu refugio, prometo evadirte y tatuarte una sonrisa. A través de esta ventana el aire siempre será fresco y por ella podrás entrar y salir. ¿Te atreves?

13/10/10

EL CHOLO FITIPALDI




BSO recomendada: Caminando por la vida (Melendi)


Hace poco me encontré con Toni, un amigo de la infancia, uno de esos con los que bajaba pendientes con mi BH de carreras sin frenos, uno de esos con los que nos dejábamos las piernas encoladas con las resinas de los pinos que escalábamos, otro bicho como yo. No puedo considerarlo un amigo pero si un compañero de aventuras y chiquilladas de aquellos maravillosos finales de los setenta y principios de los ochenta. Estuvimos tomando unas cañas, departiendo anécdotas, recuerdos y otras boberías, empezamos a hablar de Manolito, de César y de Angelines, una niña más bruta que cualquiera de los niños de la pandilla. Recordando a cada uno de los personajes del barrio me vino a la mente un nombre: El “Cholo Fitipaldi”. El personaje en cuestión tenía dos o tres años más que nosotros, era un chaval de amistad esquiva y de bronca fácil. Acostumbraba a ir solo por las calles, encarándose con los perros que asomaban ladrando desde las verjas, arañando con una navajilla la chapa de los coches o tirando piedras a los trenes que atravesaban el pueblo. Seguramente necesitaba hacer amigos, pero su pose chulesca provocaba que nadie quisiera acercarse a él, aunque alguna vez sí se había unido a nosotros para jugar algún partido de futbol. Durante el transcurso de un verano se juntó con un grupo de gente del otro lado de la vía y allí empezó su perdición. Empezó a robar radios de los coches, a emborracharse con “litronas” en medio de la calle y a meterse varias cuadras de caballo cada día. Una vez, desapareció del barrio varias semanas y se comentaba que lo habían pillado robando y lo habían metido en un reformatorio, luego se supo que sí, lo pillaron robando, pero lo que realmente pasó, es que el dueño del coche que había abierto lo había cosido a “hostias”, hasta el punto de tenerlo que hospitalizar. A partir de ahí fue a más, empezó a robar coches, a tirar bolsos con su Derbi Variant y a huir de la pasma. De su boca escuché por primera vez términos como “chupa”, “peluco”, “pipa”, “madero”, “carro”, “pico” o “llevar el mono”. Le gustaba alardear de su nuevo argot y de su condición de “quinqui”; chuleaba con frases como “hoy me he echo un Seat 131 en un minuto”, “que si los maderos me buscan”, “que si mi vieja me ha echado de casa”, vamos, que se descarrió por completo... Empezó a parar a los vecinos por la calle con la cantinela de “¿Tienes cinco duros sueltos para un pico?”, incluso a alguno le llegó a sacar una navaja. Con 17 años lo “trincaron” por primera vez y a los 19 le cayeron seis meses en “La Modelo”. Yo me fui del barrio hace muchos años y no había vuelto a saber nada del “pieza”, hasta que le pregunté a Toni si sabía algo de él. Me contó que había tenido un accidente de coche a los pocos meses de salir de la cárcel y que a resultas de éste, se hizo papilla las piernas y la cara. Enfermó de SIDA y se fue consumiendo poco a poco, como toda una generación de hijos de inmigrantes, de gitanillos y también de algún niño bien. Fue una generación de falsos héroes, de niños condenados a no tener futuro, una generación perdida por culpa de la maldita droga y la falta de oportunidades. Los “quinquis” de los ochenta fueron como los bandoleros del siglo XIX, dejaron la vida pero también dejaron leyenda. ¡Descansa en paz, Fitipaldi!

38 comentarios:

  1. Joder! no me esperaba una historia asi de tus letras. La vida de la generación en mi pueblo denominada lajas "lajas, se perdieron en esa reveldía mal encausada, donde ser moderno era caminar por el filo de una navaja donde para muchos fue muy dificil mantener el equilibrio y cayeron en el lado oscuro.
    Un gran tributo de tu parte para esos olvidados
    Un besote

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  2. Uy Josep...¡tremendo lo que cuentas y real como la vida misma en aquellos años! Pero no te creas que aquello queda tan lejos...yo desgraciadamente tengo un caso en mi entorno...muy así, muy de cerca, muy de "quinqui" de toda la vida...Sí, todavía los hay. Gente muchas veces de la calle y que muchas otras veces en la calle muere.
    Triste tema. Pero te mando un beso gordo

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  3. Josep,
    Siempre es bueno recordar con los amigos. A veces llegas a historias con final muy triste como la de este chico. Es una pena. Lo más triste es que casi todos conocemos a algún chic@ que ha acabado así.
    Tema serio y difícil el que nos traes hoy.
    Un abrazo

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  4. Historia triste la de hoy, al terminar la lectura mi mente se enreda, un jaleo... neuronas, pensamientos, preguntas... el miedo me invade. ¿Falta de oportunidades? ¿de abrazos? ¿ganas de mirar hacia otro lado? ¿quien está libre? ¿como proteger a los nuestros?
    Almas cojonudas que no supieron encontrar la salida, su recuerdo tiene un mensaje poderoso.
    Un beso

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  5. A ver Nen, cuentame despacito hijo mío. ¿Pero nene y tu de que barrio me vienes?

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  6. 40ñera: En los tiempos de crisis que corren, me ha parecido adecuado acordarse de esa generación perdida, unos rebeldes sin causa.
    Un beso.

    Winnieo: Lo de hoy no es exactamente lo mismo, si que existe un componente de maldad, de desestructuración social y de modus operandum pero tenían algo de genuïno porque fueron un reflejo del fracaso social.
    Un beso Win.

    María: Se me ocurren un montón de preguntas para averiguar el origen de esa generación de bandidos, aunque solamente se me ocurre una respuesta para todas ellas: El fracaso social.
    Un beso.

    Bell: No viví rodeado de Vaquillas y Toretes, aunque en esos tiempos, muchos hijos de emigrantes nacionales se agruparon en suburvios donde se guisaba este efecto social en muchas zonas metropolitanas de Barcelona, donde viví durante más de quince años. Unos tuvieron suerte y otros no...
    Un abrazo

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  7. Una historia extraña en ti. Siempre no llevas por caminos alegres, hoy nos has presentado una realidad, tan cierta en España como en nuestras ciudades de la Argentina.

    Un cariño.

    marisarosa

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  8. No conocía de ti el lado realista y triste de la vida, estaba acostumbrada a tus entradas irónicas y divertidas, pero hace bien conectarse con el mundo como es...Ese tipo de seres viven en tu España y en mi amado Chile.
    Un abrazo, hoy tengo ojeras, no he dormido en la noche viendo el rescate de mis hermanos mineros.

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  9. Hola Josep,
    estaba impaciente por la próxima entrega y llegó, para transportarme a esos años 80 maravillosos para unos y desastrosos para otros.
    Cuantos fitipaldis se quedaron por el camino? yo conocí a unos cuantos, y , por desgracia, unos se quedaron en coma de un chute ,otros acabaron en un barranco con el coche y en fin otros ni sabemos que fue de ellos.
    Pero si, hicieron leyenda y los recordamos en nuestras barriadas como personajes de película, ahora ya no es igual..
    de hecho conocí a algunos que solo se hacían daño a ellos mismos y eran mucho más legales de alma que muchos que van con corbata.
    gracias
    un abrazo nostálgico
    descansa, Cholo F.!

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  10. Una historia muy triste, real y todavía actual.
    Aunque sea de otras formas.
    Petons.

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  11. Es que el Vaquilla hizo mucho daño... Aquí vendría genial una canción de los chichos... ;P

    Saludos.

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  12. Mariarosa: Esta historia la escribí hace un año y ayer me acordé de ella. También me gusta sorprender y mostraros cosas nuevas.
    Un beso.

    Taty Cascada: Hoy y desde hace más de dos meses todos nos sentimos un poco chilenos y mineros. Otra realidad cruda pero con happy end.

    Pury: Primero de todo, exquisita tu nueva foto. La verdad es que yo no conocí a muchos quinquis en primera persona, aunque recuerdo perfectamente a esos pandilleros de pantalón de pata de elefante, greñillas y camiseta ajustada que nos hacían cambiar de acera. Nostálgicos 80's por lo bueno y también por lo malo.

    La reina del mambo: Existe, sigue ahí, aunque ha perdido esa imagen de bandido incomprendido que les rodeaba. Estos grupos salen cuando las cosas no van demasiado bien y hoy en día no estamos como para tirar cohetes...
    Un petó.

    Jauroles: El Vaquilla se convirtió en un icono, en una imagen a seguir, incluso llegó a caer simpático, por desafiar a una policia mal vista por muchos estratos sociales. Tuve en la mano varias canciones de Los Chichos que venían al dedillo, pero bufffff! me he rajado!
    Saludín

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  13. Mi querido Josep,esa es la vida que cada día vemos en las calles y muchos ignoran sin saber que mañana les puede tocar a sus hijos.
    He perdido algún amigo por el caballo y me has recordado a él.
    Un millón de besos.

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  14. Esto si que no es cuento, cuando uno mira atras y recuerda aquellos que resaltaban por alguna cualidad, porque en ese tiempo eran cualidades de momento inofensivas, cosas de niños, hasta que pisar mal primero por sobresalir y despues porque ya se le ha tornado vicio. Que triste final.
    Tambien me recorde de algunos que vivian en mi barrio y hoy solo son una historia con final gris.

    Un abrazo y besos!

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  15. Como la Vida misma por desgrácia Amigo mio, por cierto la cancion buenisima como todo lo que hace Melendi, a mi me encanta, si te gusta ya sabrás que saca su nuevo single para el 25 de noviembre???

    Si no lo Sabías ya lo sabes jeje.

    Besos Josep, un placer leerte.

    ♥Yesi♥

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  16. Me ha traido 40añera... después de leer este excelente relato, he pensado que toda generación tiene su cara oscura: no solo la nuestra, la de los ochenta o esta actual (los famosos ni-ni), si no también las de otras épocas: los hippies y las drogas y el rock psicodélico, la generación de los 50 con la postguerra española, los nenes de los 70 con la litrona y los porros, la generación de los 90 con las drogas de diseño... todo tiene su parte negativa, por tanto, lamento todos los que se fueron injustamente por azar (por moverse en un determinado grupo de amigos, por las circunstancias familiares, por la mentalidad de los padres de entonces...).

    Me agradó mucho tu lectura.

    saludos.

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  17. Morgana: Siento hacerte rememorar a otros ángeles caídos, sin lugar a dudas son hechos que pasan, lecciones que da la vida y que nos enseñan que todos podemos formar parte del desastre social.
    Un beso Le Fay.

    Cecy: Empiezan por ser gamberradas inofensivas, chiquilladas para llamar la atención porque algo no funciona. Si nadie los escucha pasa lo que pasa, como el caso que nos ocupa.
    Un beso

    Yesi: Así es la vida, efectivamente, real, real. Gracias por fijarte en la música, justamente venía ahora de tu casa para decirte lo mismo, jejeje. Me gusta Melendi, aunque no soy demasiado mitómano. Ni idea de que sacaba nuevo disco. Estaré pendiente de esos nuevos temas.
    Otro beso para ti.

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  18. Lemaki: Bienvenida a mi/tu casa. Tienes razón, cada década tiene ese estrato social rebelde y desafiador al sistema establecido, aunque con algunas diferencias y un denominador común, ser un reflejo del caldo de cultivo de la sociedad de ese momento.
    Saludos

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  19. ¡Hola Josep!

    Te alabo por tu pluma y por tu sensibilidad.

    Yo nací en 1971. Me crié en una ciudad que ahora es una maravilla (Móstoles), y entonces era una ciudad dormitorio, sin más. He conocido lo que cuentas.

    Mi mujer, que nació en 1980, no conoció nada de esto, es más, le suena a cuento chino. España, a principios de los 80, no tenía nada que ver con la de ahora. En donde vivía, un barrio considerado bueno, y de clase media, recuerdo a más de 20 personas que murieron como el protagonista de tu historia.

    ¡Un fuerte abrazo!

    Miguel

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  20. Lo que tuviste son unos padres maravillosos que supieron educar al hijo tan fantástico que eres hoy día. Un tío con dos cojones y excelente persona.

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  21. Anapedraza: (Miguel) Somos más o menos de la misma quinta y lo vivimos muy de cerca y lo miramos con confusión porque formó parte de nuestra infancia y eso nos trae un buen recuerdo de la época. De todos modos, a quien más le pillo de cerca fue a la generación de nuestros hermanos mayores, supervivientes de esa generación perdida.
    Un abrazo.

    Manuel: Partiendo de la base, que de normal, ya no tengo abuela, cuando me dices todo eso, haces que me ensanche como para no pasar por la puerta. Quizás me hago repetitivo, pero nuevamente, gracias.
    Un abrazo pisha!

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  22. La Pérfida Canalla: Quizás debería haber avisado de la crudeza del relato. Lamento si te ha causado algún incomodo.
    Un beso.

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  23. Tremenda historía bastante habitual en nuestra generación, nosotros fuimos de la generación del yonki, y creo que todos tenemos un amigo muerto por las drogas o el sida, .. ya me enrollé.

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  24. Blog A: Creo que es importante recordar esa lacra que vivimos hace tiempo, especialmente aquellos que tenemos hijos y debemos preservarlos de peligros como este. Enróllate como una persiana, que para algo esto es una ventana.
    Un beso

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  25. ¡Aish, que me da vergüenza! pero bueno , tu sabes que es sincero lo que te digo joio.

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  26. no la veo tan perdida a esa generación, como a la actual.
    en estos días, de tanta facilidad para todo, de tanto avance en las manos de los jóvenes...en las que lo urgente es para ellos palabra corriente...le atribuyo peores tiempos que los que describis.
    kisses

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  27. Hoy has tratado un tema muy interesante que, muchas veces hemos comentado amigos de generación, que es la tuya, por la edad que tenemos. Estoy hablando del final de una castrante dictadura que desató libertades tan anheladas y necesarias que acabaron estrellándose, en muchos casos, por falta de control y,en otros muchos, por exceso de deseo de libertad. La "movida" de los 80 tuvo muchas víctimas generadas por una represión social y política que fueron los verdaderos verdugos y artífices de que, en nuestra generación (quizá los que tienen algunos años más que nosotros) bebieran con prisas unas propias libertades que se le censuraron. Una prueba de ello es comprobar como numerosos integrantes de grupos musicales españoles de los 80, se nos han ido siempre por el mismo motivo: las drogas, ese veneno que confundieron con la panacea para hacer brillar sus libertades.
    Mirando a mi alrededor, como tú, Josep, a gente de esa generación nuestra, le ocurrió como a tu conocido. Para mí no son más que víctimas de un pasado histórico del que me sonrojo cuando miro atrás, aniquilador en sí mismo, y con una hoz acechante muchos años después de desaparecer.

    Me ha encantado tu relato, amigo. Alguien tenía que hablar de "ellos".

    Un abrazo.

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  28. Querido Josep.. me trasladaste a muchos años atrás... y me veo caminando por la calle, por alguna zona en concreto, temerosa de encontrarme a esos mendas que se metían con todo, irrespetuosos, mordaces, incluso, a veces, peligrosos. Con los años, he sabido que sobre todo se perjudicaron a si mismos, más que a nadie. Y también ahora he llegado a ver que SIEMPRE han habido esos seres perdidos dentro de la sociedad, que acabaron su vida entre rejas, bajo la ley del "pico", tirado en la cuneta sin consideración.

    Tributo a una época (la mía) y a todas las almas perdidas...
    Un abrazo para tí y para todas ellas...

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  29. Josep, también sé lo que es eso, lo he visto; por cierto, en una película sobre "el vaquilla" y sus colegas, si no recuerdo mal, salía otro tal "fitipaldi".
    Un abrazo, amigo.

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  30. Estupenda forma de narrar, así, sin mas, unas vidas que se vivían así, sin mas.
    Un beso
    Taliesin

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  31. Una historia como tantas la del Cholo Fitipaldi, que descanse en paz. Claro, con ese nombre, cómo iba a acaba el pobre. Siempre me he preguntado por qué, procediendo del mismo caldo de cultivo, hay algunos que superan las tentaciones y otros, como el protagonista de tu relato, se ahogan en él.
    Muy bien redactado y ameno este texto. Enhorabuena.
    Saludos.

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  32. Tengo buenas noticias en mi blog.
    Besotes

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  33. DeMónicamente: Totalmente de acuerdo contigo, estan chalaos y acabaran aún peor de lo que están. Quizás las drogas de hoy en día no són tan mortíferas a la corta, pero a la larga nos ahorrará unas cuantas pensiones...
    Un beso.

    Marisa: Siempre hay algún motivo por el que rebelarse al sistema; en esa época, como bien dices la coartada fue el fin de una dictadura, el inicio de la lucha por la libertad; ahora las nuevas generaciones no tienen ideales, quizás porque les hemos dejado una herencia bochornosa, quizás por que no tendrán oportunidades, quizás porque han confundido la libertad con el ocio por encima de las responsabilidades.
    Cuando el sistema no funciona, la sociedad tampoco.
    Como siempre, me quedo maravillado con tu comentario.
    Un beso.

    Solo una mujer: Yo también viví, esos cambios de acera, esas miradas gachas para no ser reclamo de ellos, atemorizado por sus pintas y por las malas intenciones. De todos modos, viendo el regero de víctimas que esa generación sufrió, no puedo dejar de entristecerme por ellos, aunque en su día les deseé lo peor.
    Un beso.

    Juanjo: Efectivamente, El Fitipaldi era un quinqui compañero de fechorías del Vaquilla. Uno de los alma-mater de ese barrio de La Mina, cuna de cientos de delincuentes. El Fitipaldi que conocí yo, en realidad se llamaba Jesús y no se si adoptó el nombre inspirado en alguna película o alguien lo bautizó así.
    Un abrazo.

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  34. Taliesin: Gracias por asomar la cabecita por mi ventana. Tienes razón, esas vidas se vivían así, sin más, viviendo, sobreviviendo hasta morir. Una verdadera lástima...
    Un beso guapa.

    Mercedes Pinto: Bienvenida a mi/tu casa. Donde vivía yo, habían padres que trabajaban pluriempleados, saliendo de casa antes de que saliera el sol y volviendo también de noche. Mientras tanto, sus hijos se pasaban el día en la calle, haciéndosela suya. Otros más afortunados tenían a una madre o una abuela en casa que nos llevaba de la oreja hasta casa a la que anochecía y nos enjabonaba las orejas y nos arreaba con la zapatilla si nos retrasábamos cinco minutos. Somos quienes somos, somos lo que somos y somos lo que hemos podido ser...
    Un beso.

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  35. Es un tema "actual", lo fue en aquellos años también y por eso nos produce un estrujo en el estomago y pinchazos en el corazón da mucha tristeza ver como se perdieron geberaciones y como estan amenazadas las de hoy, las de nuestros hijos, hoy lo padecemos también, es un trabajo conjunto el quue debemos hacer para aflorar ideales y mostrar un futuro con esperanza...

    Me encantó leerte, tus escritos son geniales!!!

    Te quiero mucho!!!

    Hasta siempre, siempre, siempre!!!!

    Besotes de Divaaaa!!!! Muakc'ssssssssss

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  36. Hola josep; mi pregunta es muy concreta. ¿la imagen que difundes en el relato el cholo fitipaldi es tuya??? ¿está libre de derechos de autor??? Resulta que me encantaría para ser la portada de mi 1º novela.
    te dejo mi email (espero me contestes si eres tan amable) ironkapi@hotmail.com

    muchas gracias

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