CRÓNICA DE OTRO DÍA INOLVIDABLE

Ya han pasado unas semanas desde mi último post, de hecho casi ha pasado un mes y yo con estos pelos!!!

Os debía una crónica de todo lo que aconteció el día de Sant Jordi, que como expliqué en su momento, este año lo vivía desde el otro lado.

La verdad es que hay muy poca cosa que explicar… Primeramente os diré que pillé un atasco descomunal en la autopista y casi llego tarde. Os podéis imaginar el ataque de ansiedad que sufrí en el interior de mi coche. Cuando ya estaba llegando, apenas quedaban un par de kilómetros, empezó a llover… Me acordé del hombrecito de la barba, ese señor tan simpático que se ríe de mí desde ahí arriba. Le dediqué una oración de esta guisa:

Padre nuestro que estás en los cielos

no me hagas esto hoy

que llevo mucho tiempo esperando que llegue

así que déjate de lluvia

y no toquemos lo que no sale en los diez mandamientos.

Amén.

Lo cierto es que la oración no fue exactamente así, pero prefiero no dejar constancia escrita de lo que pensé de él.

Finalmente, a la hora prevista, llegué a mi posición, con mi bolígrafo preparado para firmar miles y miles de ejemplares de nuestro queridísimo REC. Allí, muy cerca estaban mis hermanas y mi madre, quienes no querían ni podían perderse un acontecimiento tan importante de mi vida. Les pedí que me hicieran de señuelo, que compraran el libro, que lo tocasen o que lo recomendasen entre el público que paseaba por la plaza del Dr. Guardiet.

Tuve el placer de compartir mesa, entre otros, con Gracia Pérez Cortés, una escritora local que está teniendo un notorio éxito con su novela “Suspendidos en el tiempo” y a quien conocí unos días antes en el programa de Radio Rubí donde colaboro una vez al mes.

La experiencia de las firmas no fue especialmente fructífera en cuanto a ventas. La verdad, se vendió y se firmó muy poco… Incluso a última hora, me sentí como una gitana vendiendo ajos en la puerta del mercado. De todos modos, aunque no fue exactamente como había imaginado que sería, me llevo esa experiencia tatuada en mi alma de cuenta-cuentos, que eso no me lo quita nadie ni rascando con estropajo metálico.

Tengo muchas otras cosas que contaros. Estos últimos meses están siendo trepidantes y prácticamente cada día sucede alguna cosa que merece la pena contar y como os lo debo, os lo seguiré contando puntualmente porque…

… amigos …

MI VENTANA AL EXTERIOR vuelve a abrir la persiana.

Una de las razones por las cuales dejé de postear fue mi incapacidad de seguir a todos mis seguidores. No dispongo del tiempo suficiente para leer en treinta o cuarenta blogs cada día y además, dejar un comentario. Mi situación no ha variado demasiado, continúo teniendo poco tiempo, pero necesito postear, necesito gritar a través de mi ventana todas aquellas cosas que me suceden. Intentaré visitar vuestros blogs, pero ya os digo que no puedo llegar a todos siempre.