
Como muchos de vosotros ya sabéis, hace aproximadamente un año, entregué los primeros capítulos de mi novela a un agente literario, quien aceptó mi propuesta y me pidió la historia completa para hacer un informe de lectura. En septiembre, una vez hechos todos los retoques y correcciones que estimé oportuno presenté la propuesta final al agente.
Han sido cinco meses de tensa espera, de días en los que salía a pasear con la lechera en la cabeza y días en que ésta se me caía y se rompía en mil añicos (que son unos años muy, muy pequeños).
Finalmente ha llegado el día, el día en que el informe de lectura estaba acabado. Hablé con el agente la semana pasada y quedamos de reunirnos hoy a la una para comentar la valoración que la agencia hacía de mi trabajo.
Del informe se extraen valoraciones muy positivas, como la estructura, el argumento, el ritmo y la documentación pero también han encontrado cosillas a mejorar. En un primer momento, debo reconocer que se me ha caído la lechera, pero las cosas a mejorar, francamente son pocas: Definir un poco más a los personajes, arreglar tres o cuatro “catalanadas” que tengo localizadas y enfatizar un par de líneas argumentales.
La agencia está dispuesta a volver a valorar la novela una vez subsanadas esas cosas a mejorar, lo que supone una muy buena noticia, puesto que no tendría demasiada lógica que hiciese correcciones y para que ellos volviesen a valorar el trabajo.
Asimismo, he aprovechado la visita para entregarle los primeros capítulos de mi segunda novela, que aunque aún no está acabada, empieza a coger forma.
Visto lo visto, creo que voy a estar bastante ocupado en la revisión de la primera novela y en la culminación de la segunda, por lo que os anuncio que he decidido tomar una decisión un poco dolorosa.
Necesito dejar de postear durante un tiempo para poder centrarme en todo este trabajo como es debido. No os sabría decir exactamente, el tiempo que me ocupará esta aventura, pero espero y deseo que no se alargue mucho. De todos modos, no os toméis esta pausa como una despedida, más bien es un descanso merecido de MI VENTANA AL EXTERIOR.
Os mantendré informados de las novedades que vayan surgiendo, porque vosotros sois una parte muy importante de todos estos proyectos que tengo entre manos.
Amigos y amigas…
Hasta pronto…, hasta muy pronto…
¡Se os quiere!